1º. Se declaró al susodicho Francisco I. Madero,
inepto para realizar las promesas de la revolución de que fue autor, por haber
traicionado los principios con los cuales burló la voluntad del pueblo y pudo
escalar el poder y se desconoce como Jefe de la Revolución al señor Francisco
I. Madero y como Presidente de la República por las razones que antes se
expresan, procurándose el derrocamiento de este funcionario.
2º. La Junta Revolucionaria del Estado de Morelos no
admitirá transacciones ni componendas hasta no conseguir el derrocamiento de
los elementos dictatoriales de Porfirio Díaz y de Francisco I. Madero, pues la Nación está cansada de hombres falsos y
traidores que hacen promesas como libertadores, y al llegar al poder, se
olvidan de ellas y se constituyen en tiranos.
3º. Se hace constar: que los terrenos, montes y aguas
que hayan usurpado los hacendados, científicos o caciques a la sombra de la
justicia venal, entrarán en posesión de esos bienes inmuebles desde luego, los pueblos o ciudadanos que tengan sus
títulos, correspondientes a esas propiedades, de las cuales han sido
despojados por mala fe de nuestros opresores, manteniendo a todo trance, con
las armas en las manos, la mencionada posesión, y los usurpadores que se
consideren con derechos a ellos, lo deducirán ante los tribunales especiales
que se establezcan al triunfo de la Revolución.
4º. En virtud de que
la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos no son mas dueños que
del terreno que pisan sin poder mejorar en nada su condición social ni poder
dedicarse a la industria o a la agricultura, por estar monopolizadas en unas
cuantas manos, las tierras, montes y aguas; por esta causa, se expropiarán
previa indemnización, de la tercera parte de esos monopolios, a los poderosos
propietarios de ellos a fin de que los pueblos y ciudadanos de México obtengan
ejidos, colonias, fundos legales para pueblos o campos de sembradura o de labor
y se mejore en todo y para todo la falta
de prosperidad y bienestar de los mexicanos.
5º. Los hacendados, científicos o caciques que se
opongan directa o indirectamente al presente Plan, se nacionalizarán sus bienes
y las dos terceras partes que a ellos correspondan, se destinarán para indemnizaciones de guerra, pensiones de
viudas y huérfanos de las víctimas que sucumban en las luchas del presente Plan.
6º. Para ejecutar los procedimientos respecto a los
bienes antes mencionados, se aplicarán las leyes de desamortización y
nacionalización, según convenga; pues de norma y ejemplo pueden servir las
puestas en vigor por el inmortal Juárez a los bienes eclesiásticos, que
escarmentaron a los déspotas y conservadores que en todo tiempo han querido
imponernos el yugo ignominioso de la opresión y el retroceso.
7º. Los jefes militares insurgentes de la República
que se levantaron con las armas en las manos a la voz de don Francisco I.
Madero, para defender el Plan de San Luis Potosí y que se opongan con fuerza al
presente Plan, se juzgarán traidores a la causa que defendieron y a la Patria,
puesto que en la actualidad muchos de
ellos por complacer a los tiranos, por un puñado de monedas o por cohechos o
soborno, están derramando la sangre de sus hermanos que reclaman el cumplimiento
de las promesas que hizo a la Nación don Francisco I. Madero.
8º. Si el presidente Madero y demás elementos
dictatoriales del actual y antiguo régimen, desean evitar las inmensas desgracias que afligen a la patria, y poseen
verdadero sentimiento de amor hacia ella, que hagan inmediata renuncia de los
puestos que ocupan y con eso, en algo
restañarán las graves heridas que han abierto al seno de la Patria, pues que de
no hacerlo así, sobre sus cabezas caerán la sangre y anatema de nuestros hermanos.
9º. Mexicanos: considerad que la astucia y la mala fe
de un hombre está derramando sangre de una manera escandalosa, por ser incapaz
para gobernar; considerad que su sistema de Gobierno está agarrotando a la
patria y hollando con la fuerza bruta de las ballonetas nuestras instituciones;
así como nuestras armas las levantamos para elevarlo al Poder, las volvemos
contra él por faltar a sus compromisos con el pueblo mexicano y haber
traicionado la Revolución iniciada por él; no somos personalistas, ¡somos partidarios
de los principios y no de los hombres!
Autores
Brianda Azaharel Sánchez
Aragón
Dante Ehecatl Aguilar
Domínguez
Movimiento Cultural Francisco
Franco Salazar A.C.
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