En la historia regional de las Amilpas hay un capítulo trascendente y decisivo que desencadenó la formación de las primeras fuerzas insurgentes de la zona. Se trata de la hazaña heroica del Coronel Francisco Ayala ocurrida en mayo de 1811, cuando el eco de la lucha armada iniciada en el bajío contra el orden virreinal, ya se había esparcido por todo el reino de la Nueva España.
Este acontecimiento que inició en la Hacienda del Mortero, en el pueblo de Mapaztlán, hoy Villa de Ayala, tuvo su punto más agreste en el pueblo de Anenecuilco, específicamente en la iglesia de San Miguel Arcángel, misma que guarda muestras fidedignas del enfrentamiento de Ayala contra los realistas de Cuautla, quienes lo acusaban de insurgencia y pretendían eliminarlo.
El santuario resultó adecuado como refugio para Ayala y para quienes se le unieron, pues la cercanía con su residencia le facilitaría tener noticias sobre su esposa e hijos a quienes dejó atrás, de igual forma la corta distancia con Cuautla de Amilpas, le permitiría saber sobre los movimientos de sus enemigos, además la estructura del edificio le serviría como baluarte en caso de un nuevo enfrenamiento como finalmente ocurrió. La gente del alférez Moreno, en compañía de partidas proporcionadas por autoridades de Cuautla, sitiaron a Ayala en la iglesia todo un día. De esta forma inició la etapa insurgente de Francisco Ayala pues decidió ir en busca del General Morelos para unirse a sus filas.
Las crónicas y biografías sobre el Coronel Francisco Ayala son pocas, breves y varían en detalles aunque sin afectar la esencia de los sucesos.La mejor manera de conmemorar un acontecimiento u honrar la memoria de un héroe, más que levantar un monumento es, conocer el hecho, entenderlo, recordarlo y transmitirlo. Como el lector podrá apreciar en las obras que a continuación se presentan, seleccionadas para ahondar en el tema, se resaltan los principios de justicia igualdad y libertad características de Ayala.Por otra parte, nos recuerdan la importancia de apreciar y preservar los inmuebles que han sido testigos de sucesos relevantes del pasado, pues poseen un incalculable valor histórico que edifica la memoria de los pueblos.
Unode los textos aquí expuestos fue extraído de un libro compilatorio deljurista, literato y periodista Alejandro Villaseñor, llamadoHéroes y caudillos de la Independencia, publicado en 1910 conmemorando el Centenario de ésta importante lucha.Originalmente fue publicada por Francisco Sosa en 1884 en la obra Biografías de mexicanos distinguidos. Por otra parte se presenta un fragmento de la obra Romancero Nacional del gran poeta Guillermo Prieto, quien le dedicó tres romances a Francisco Ayala y su epopeya, publicados en 1885. Ojalá el lector tenga la posibilidad de indagar más en éste apasionante tema.
por Areli N. López Montiel
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