Cuya fundación posible es de 1000 a. c.
Nombre de raíz nahoa. Atl = agua: ne - ne- cuil - li = gusano,
atribuido a la forma ondulada del cauce del río y co adverbio del lugar.
Para los anenecuilquenses tlahuicas, ehecatl = dios del viento, señor
de Anenecuilco, fue su deidad principal 1200 d.c. (serpiente emplumada) a decir
de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de Morelos,
nuestra iglesia esta edificada sobre el basamento de la pirámide mayor. En el
mes de octubre del año de 1972 fue encontrado aprox. A unos 60 mts, del costado
sur de nuestra iglesia el monolito referido hecho de piedra color blanca con
puntos grises de una altura aprox. Entre 70 y 80 cmts. y un peso aprox. De 50
kilos robados a los 15 días por no tener cuidado en ese lugar quedaron
sepultadas las ruinas de pirámides menores al construir la escuela Eufemio
Zapata, quedando comprobado que ese fue nuestro origen religioso.
Sin embargo en la conquista, nuestro pueblo es dividido en 2 barrios
Olaque y San Miguel, correspondiendo en la paite norte de nuestro pueblo
construir una pequeña capillita erigida a San Miguel arcángel decían algunos
antepasados, que dicha imagen, la habían encontrado enterrada en ese lugar y de
ahí el nombre de San Miguel Anenecuilco, otros decían que había llegado
directamente de España poco antes del año 1570 y en ese lugar le rindieron
culto al referido patrono viniendo de lugares circunvecinos a danzar con gran
devoción y el día 28 de septiembre nuestros antepasados iban montados a caballo
a las 4 de la mañana a Yecapixtla o a Ocuituco a cortar pericón llegando por la
tarde con los caballos cargados de manojos de pericón recibidos por los
parroquianos, mujeres y niños, con agua fresca. Hacían manojos de pericón y
adornaban su capillita apoyados por unas monjitas en su día el 29 de
septiembre, vestían a Sn. Miguel, misa de 3 ministros y por la tarde
procesión por todas las calles del pueblo a decir del maestro en filosofía y
letras Eulalio Aguilar Carvajal.
En el año
de 1570, cambian al patrono en alabanzas al nuevo templo, el tiempo paso y la
costumbre fue la misma llegando con los caballos adornados y cargados de
pericón que descargaban en la entrada de la iglesia debajo de los mezquites,
los manojos de pericón los subían cargando a la sacristía y por la noche
alumbrados con candiles amarraban pequeños manojitos de pericón ahí les
llevaban café y pan al siguiente día temprano bajaban los adornos de pericón
vestían la Iglesia ante el toque de campanas y tocaban la música de viento a la
una de la tarde, la misa de 3 ministros,
los niños haciendo su primera comunión y por la tarde la procesión por las
calles del pueblo, acompañados por la música de viento. Hoy en día la procesión
termina noche y a la entrada de la Iglesia se truenen bombas.
AUTOR: Profesor Luis Reyes Toledano Muñóz